Entre La Razón Y La Fe

Explorando el Diálogo entre Pensamiento y Creencia

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Pequeños Pasos

Expociencia 2010Nos Pasa A Todos

Es tradición que la noche de Año Nuevo la mayoría de personas se planteen metas tales como bajar de peso, cambiar de trabajo, dejar un mal hábito, etc. Si somos honestos, muchas veces encontramos que nuestras mejores intenciones no producen resultados. Encontramos que el entusiasmo inicial de emprender un nuevo rumbo, se estrella con la realidad. Y es que es difícil prometer, pero no mantener.

Al respecto, no importa cuan razonable parezca la decisión que vayamos a tomar, o los beneficios que obtengamos de la misma. Sin el auxilo de virtudes, tales como la disciplina y la constancia, no cumpliremos nuestras metas. Muchos libros de autoayuda abordan este tema, lo que demuestra que hay muchas personas que quieren aprender el secreto de la fijación de objetivos – y de completarlos.

El Factor Olvidado

Un elemento crucial, y que rara vez se menciona, es que sin importar la extensión, el esfuerzo o importancia de una meta, esta puede lograrse si fijamos claramente la dirección a la misma, y nos concentramos en dar un paso a la vez.

Piense en lo siguiente:

No podemos escalar una montaña, a menos que demos el primer paso.
El secreto para llegar a cualquier cima es: dar un paso a la vez.

¿Le parece muy simple? Pero es real y funciona.

Mantenga la mirada resultado final, divida el camino en pasos pequeños, y asuma la disciplina de avanzar un paso a la vez.

Algunos Ejemplos De La Biblia

Dividir sus metas en tareas pequeñas y más fáciles de lograr logra un tremendo factor motivador; el alcanzar muchos pequeños éxitos impulsa más fácilmente a lograr una victoria mayor.

El famoso rey David de la Biblia, antes de enfrentarse al gigante Goliat, tuvo que enfrentarse primero al león, y al oso. El mismo hecho de avanzar paso por paso, sin impaciencia, fortalece nuestro carácter, nos ejercita y nos fortalece, preparándonos a lograr cosas mayores.

Jesús, nos dice el libro de Hebreos, por el gozo puesto delante de él, menospreció el oprobio. Es decir, la grandeza de la meta por cumplir lo motivo a seguir adelante, a pesar de la cruz y del sufrimiento.

Considere esto cuando se vea abrumado por los muchos quehaceres; cuando empiece una carrera, al resolver problemas, al decidirse a cambiar.

Así que, la próxima «noche de año nuevo», al tomar su decisión, programe etapas intermedias, celebre el logro de cada una, y avance paso a paso con la mirada fija en su meta.

¡Hasta Pronto!

©Jorge Ayona

 

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