Durante mucho tiempo me sentí incómodo con mi forma de orar. Según me habían enseñado, para que la oración fuera eficaz debía ser específica: había que pedirle a Dios con detalle, describiendo con precisión lo que se deseaba. En otros círculos espirituales, también escuché que la oración debía “decretar”, citando incluso pasajes como Marcos 11: […]