Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. Así que, el que se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra. 2 Timoteo 2:20- 21
En estas cosas ocúpate con cuidado, en éstas está todo; de manera que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 1Timoteo 4:15
“UNOS NACEN CON ESTRELLA Y OTROS ESTRELLADOS”
- Cuando se Trata de los logros, muchos siguiendo el pensamiento de este antiguo refrán, lo atribuyen al elemento “nacer con estrella” en referencia a la buena suerte de algunos, al momento de su nacimiento. La falta de esta «buena estrella» en otros. Pero esto no es así.
- Hace unos años, vi una película con el difunto Heath Ledger, “A Knights Tale” (“Corazón de Caballero”). En un diálogo memorable, el padre del protagonista le dice a hijo pequeño: “Tú puedes conquistar las estrellas”, o lo que es lo mismo: Uno no puede cambiar sus orígenes; pero puede cambiar su final.
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En las llamadas epístolas pastorales, el apóstol san Pablo resuelve este dilema: “Suerte o esfuerzo”; uno mismo atrae o repele esas cosas… depende de nosotros el tipo de «Vasos» que queremos ser, es decir, el nivel de santidad, excelencia que queremos lograr en nuestras vidas.
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Dios no puede hacer nuestra parte, nosotros no podemos hacer la parte de Dios. La parte de Dios es: Él envía a su hijo; Él nos da las Escrituras, los sacramentos, al Espíritu Santo para asistirnos personalmente, para todas las cosas y en todo tiempo. Nosotros – y nadie más – decidimos que hacer de nuestras vidas, decidimos como respondemos a las circunstancias. La forma como respondemos nos afectará a nosotros por la eternidad, y definitivamente influirá a los demás, para bien o mal.
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Podríamos resumirlo así: «Si Permaneces, Persistes, Te Ocupas y No descuidas aquellas cosas específicas que debes hacer, entonces Tu aprovechamiento será manifiesto a otros; te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.»
- Dios en su gracia, te ama y tiene un plan para ti, que libremente puedes escoger seguir. Si estás en su voluntad, no implica que todas las cosas te van a gustar, o que van a ser fáciles. Lo qué sí quiere decir que en medio de los problemas tendrás paz, encontrarás los recursos para seguir adelante; todas las cosas se alinearán para que cumplas el propósito de Dios para ti, y en eso está la paz y realización. (Cf. Juan 16,33; Mateo 6:33, Romanos 8,28)
- ¿Hay cosas tales como hábitos, pasatiempos, rasgos de carácter que te estén alejando del proyecto de vida que Dios tiene para ti? ¿Hay cosas buenas que deberías incorporar?
Tu camino a realizar tus metas dependerá ahora de tus decisiones.
Hasta Pronto!