Exito y Bendición o Cruz y Martirio

Exito y Bendición o Cruz y Martirio

La Verdadera Esencia del Seguimiento A Jesús

En un mundo donde las ofertas de éxito, prosperidad y espectáculo parecen estar al alcance de la mano, es fundamental entender qué significa realmente seguir a Jesús. El cristianismo no se basa en la promesa de una vida fácil o sin sufrimientos, sino en el llamado a una transformación radical que involucra sacrificio, conversión, fidelidad a la doctrina y frutos auténticos.

1. El Crecimiento A Jesús Implica Radicalidad

Desde su nacimiento hasta su crucifixión, la vida de Jesús estuvo marcada por la radicalidad. No se adaptó a los sistemas de poder, ni a las expectativas de la sociedad de su tiempo. El crecimiento de Jesús no fue un camino de comodidades o glorias mundanas, sino un camino de entrega total a la voluntad del Padre. Esta radicalidad es la que invita a los cristianos a seguirlo, sin promesas de facilidades, pero con la certeza de que Dios está con nosotros en cada paso del proceso.

Citas bíblicas:

  • “El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza” (Mateo 8:20).
  • “Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24).

Referencias patrísticas:

  • San Agustín, en Confesiones, describe el radical abandono de todo lo mundano por amor a Dios, señalando que el camino hacia Dios implica una transformación profunda del corazón y de los deseos.

2. El Seguimiento A Jesús Implica Renuncia

Jesús nunca prometió que seguirlo sería un camino sin sacrificios. De hecho, en muchos pasajes de los Evangelios, Jesús deja claro que quien lo sigue debe estar dispuesto a renunciar a sí mismo. En el Evangelio de Mateo 16:24, Jesús dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame». La renuncia no es una opción, es una parte esencial del camino cristiano. La conversión continua a lo largo de nuestra vida es el fruto de esta renuncia: el alejamiento de los deseos egoístas y el acercamiento al corazón de Dios.

Citas bíblicas:

  • “Nadie que pone la mano en el arado y mira atrás es apto para el Reino de Dios” (Lucas 9:62).
  • “Todo lo considero pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor” (Filipenses 3:8).

Referencias patrísticas:

  • San Juan Crisóstomo enseña que la verdadera libertad viene del desapego y la renuncia a los deseos terrenos. En sus homilías sobre las cartas de San Pablo, afirma que la renuncia al mundo es el camino hacia una verdadera libertad en Cristo.

3. El Sacrificio A Jesús Exige Conversión Continua

El sacrificio de Jesús en la cruz fue un acto de amor infinito que no solo redimió al mundo, sino que también nos dejó un modelo a seguir. Este sacrificio exige una conversión constante de corazón, una transformación profunda que nos lleva a vivir según los principios del Evangelio. Jesús nos invita a participar en su sacrificio no solo como una acción pasada, sino como un proceso que se actualiza en nuestra vida diaria, mediante la oración, el arrepentimiento y la práctica de la caridad.

Citas bíblicas:

  • “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24).
  • “Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre” (Juan 6:51).

Referencias patrísticas:

  • San Atanasio, en De Incarnatione Verbi, subraya que el sacrificio de Cristo es la piedra angular de la redención humana, pero también la clave para la continua transformación de la vida cristiana. La conversión, según Atanasio, es un proceso continuo, que no cesa mientras el cristiano camina hacia Dios.

4. El Seguimiento A Jesús Exige Frutos

No se puede ser cristiano sin que haya frutos visibles en nuestra vida. Jesús mismo dijo: «Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:20). El seguimiento de Jesús no es un acto vacío ni una cuestión de apariencia. Implica frutos de amor, servicio, humildad y justicia. El cristiano debe reflejar a Cristo en sus actitudes, en sus relaciones, en su trabajo y en su comunidad. Este es el verdadero éxito: vivir de manera coherente con la fe que profesamos.

Citas bíblicas:

  • “Todo árbol bueno da buenos frutos; pero el árbol malo da frutos malos” (Mateo 7:17).
  • “Y cuando deis frutos, permaneced en ellos, y os daré lo que pidáis” (Juan 15:16).

Referencias patrísticas:

  • San Cipriano de Cartago, en su obra De Lapsis, habla sobre la necesidad de dar frutos de penitencia y conversión, subrayando que un cristiano sin frutos es como un árbol sin fruto: inútil para la comunidad de fe.

5. El Seguimiento A Jesús Exige Fidelidad a la Doctrina y Autoridad

El seguimiento de Jesús no solo implica la renuncia y el sacrificio, sino también una fidelidad inquebrantable a la doctrina que Él ha dejado y a la autoridad que la Iglesia, fundada por Él, ejerce sobre los creyentes. La fidelidad a la doctrina es una prueba de la autenticidad de nuestro seguimiento. Jesús dijo que su palabra es la verdad, y esta verdad debe ser mantenida y transmitida sin adulteraciones.

Citas bíblicas:

  • “Si permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32).
  • “El que a vosotros escucha, a mí me escucha; el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza” (Lucas 10:16).

Referencias patrísticas:

  • San Ireneo de Lyon, en Adversus Haereses, nos recuerda que la Iglesia preserva y transmite fielmente el depósito de la fe, tal como fue enseñado por los apóstoles. Esta fidelidad es esencial para la integridad de la fe cristiana.

  • San Cipriano también destaca en sus escritos sobre la unidad de la Iglesia, diciendo que “quien se aparta de la Iglesia no tiene a Dios como padre, pero tiene a la Iglesia como madre”. Este principio de fidelidad a la enseñanza y la autoridad de la Iglesia es crucial para la vida cristiana.

6. Noé y sus Hijos: Un Ejemplo de Fidelidad al Plan de Dios

El relato de Noé y sus hijos es un ejemplo significativo de la obediencia radical al plan divino. A pesar de la incredulidad y la burla de la sociedad en su tiempo, Noé permaneció fiel a la orden de Dios de construir el arca, confiando en la promesa de salvación. Sin embargo, cuando Noé mostró una falla al embriagarse tras el diluvio (Génesis 9:21), la respuesta de sus hijos fue diferente.

Sem y Jafet actuaron con respeto hacia su padre, cubriéndolo cuando lo vieron desnudo, mostrando una actitud de honor hacia él (Génesis 9:23). Por el contrario, Cam despreció la debilidad de su padre, mostrando una falta de respeto y solidaridad, lo que llevó a la maldición sobre su descendencia (Génesis 9:25). Esta diferencia en las reacciones de los hijos ante las fallas del patriarca muestra dos actitudes distintas ante la autoridad y la falla humana: una de respeto y fidelidad, y otra de desdén y desprecio. De manera similar, nosotros, como cristianos, estamos llamados a reaccionar con fidelidad a la enseñanza de la Iglesia, incluso cuando vemos fallas humanas en sus representantes.

Citas bíblicas:

  • “Noé hizo todo lo que Dios le mandó” (Génesis 6:22).
  • “Por la fe, Noé, al ser advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca para salvar a su familia” (Hebreos 11:7).
  • “Cam, el padre de Canaán, vio la desnudez de su padre” (Génesis 9:22-23).

Referencias patrísticas:

  • San Agustín, en La Ciudad de Dios, utiliza la figura de Noé como un símbolo de la salvación en la Iglesia, subrayando que, como Noé, los cristianos deben ser fieles y confiados en las promesas de Dios, a pesar de las dificultades del mundo.

7. Conservar el Depósito de la Fe

La conservación del depósito de la fe es un mandato claro en las Escrituras. Jesús encomendó a sus apóstoles la tarea de predicar el Evangelio y enseñar todas las cosas que Él había mandado. La Iglesia es responsable de mantener intacta esta enseñanza a lo largo de los siglos, sin permitir que se distorsione por modas o intereses ajenos a la verdad revelada.

Citas bíblicas:

  • “Guarda el buen depósito mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros” (2 Timoteo 1:14).
  • “Te encomiendo que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (1 Timoteo 6:14).

Referencias patrísticas:

  • San Vicente de Lérins, en Commonitorium, defiende la doctrina de la Iglesia como una verdad que debe ser conservada sin innovaciones, asegurando que la fe debe permanecer intacta tal como fue enseñada desde los tiempos de los apóstoles.
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Conclusión: El Verdadero Camino

Seguir a Jesús es un camino de sacrificio y renuncia. El crecimiento espiritual que propone Jesús no es una mera acumulación de éxitos materiales o reconocimiento social, sino una transformación del corazón que nos lleva a vivir según los principios del Evangelio, buscando siempre la voluntad de Dios por encima de todo. Esta fidelidad a la doctrina y la autoridad de la Iglesia, y la conservación del depósito de la fe, son esenciales para mantener nuestra relación con Dios pura y auténtica.

No dejemos que las ofertas de éxito fácil nos desvíen del verdadero camino. Recordemos que el éxito cristiano no se mide por lo que acumulamos, sino por cómo nos convertimos más plenamente en la imagen de Cristo, dispuesto a cargar nuestra cruz y seguirlo en su radical entrega al Padre.


Referencias

  • La Sagrada Escritura, especialmente los libros de Mateo, Lucas, Filipenses, Génesis, Hebreos, 1 y 2 Timoteo.
  • San Agustín, Confesiones.
  • San Ireneo de Lyon, Adversus Haereses.
  • San Cipriano de Cartago, De Lapsis.
  • San Vicente de Lérins, Commonitorium.
  • San Atanasio, De Incarnatione Verbi.
  • San Juan Crisóstomo, Homilías sobre las cartas de San Pablo.