Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y
no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor
los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el
Señor.
En el contexto en el cuál se inserta este versículo, Pablo está hablando acerca de las consecuencias prácticas de ser “lleno del Espíritu”. Se habla de las relaciones entre esposos, padres a hijos y finalmente relaciones laborales. Y es que una auténtica llenura del Espíritu tiene consecuencias prácticas, en nuestras familias y relaciones laborales. La espiritualidad cristiana es como es en el cielo se haga en la tierra , y no huir de las realidades prácticas.
Es posible encontrar personas sumamente fieles en la asistencia a la iglesia, sirviendo a Dios en ese entorno, pero que al verse por las circunstancias privados de la posibilidad de dedicar tiempo al servicio eclesiástico a que estaban acostumbrados, se frustran y desaniman. Otros consideran que servir a Dios es estar en la iglesia, viendo su actividad laboral como algo secundario. Creencias equivocadas producen conductas equivocadas. La creencia que subyace detrás de esta conducta es la división entre lo sagrado y secular, entre ministerio y trabajo.
¿Cuáles son las maneras de pensar que nos llevan a esos errores?
Mentalidad Dualista
Muchos cristianos dividen su vida en dos: “apostolado en la iglesia” y su “trabajo secular”. A esto llamamos “dualidad”.
Dios creó dispuso el trabajo para satisfacer las necesidades humanas. El quiere que nuestro trabajo sea un “culto” o servicio religioso.
El resultado de descuidar esto es una brecha: su vida “eclesial” por un lado, y su vida “secular”. Por “servir a Dios”, muchos descuidan su trabajo, su profesión, sus estudios y otras esferas de la vida porque se les considera cosas “del mundo”. Otros simplemente no integran su fe “de los domingos” con sus actividades de la semana, teniendo incluso unas normas éticas para la iglesia y otras para el resto de la semana.
El no entender lo que la Palabra de Dios enseña al respecto, ha resultado en una generación que reduce su capacidad de dar un testimonio efectivo de Cristo a nuestros vecinos.
Mentalidad Reduccionista
Algunos reducen el testimonio cristiano tan sólo a “hablar de Cristo”, descuidando su rendimiento laboral; utilizando el ambiente de trabajo o estudios como pretexto para “hacer discípulos”.
El problema aquí es que reducimos el mensaje del Reino a tan sólo “salvar almas”. No me entienda mal, creemos en un llamado a la conversión y a entregarse a Cristo, pero aquí señalamos que el trabajo en si tiene suma importancia para Dios.
No sólo hable de Cristo, demuestre su fe por sus obras (Stgo. 2:18) por sus buenas obras, por su rendimiento laboral o académico, por su accesibilidad y bondad para con sus colegas “mundanos”.
¿Cuál es la mentalidad o paradigma correcto según la Biblia?
Mentalidad Cristiana
La Biblia enseña que el trabajo “secular” de cada es un apostolado si se hace con un motivo para glorificar a Dios basado en Colosenses 3:23″.
El trabajo secular en sí es ministerio, porque la misma raíz griega- diaconía- que aparece en el versículo citado en la frase “servir a Cristo” en Colosenses, se aplica a los diáconos en el libro de Hechos, y en Colosenses en lo referente al trabajo “secular”. En conclusión, ambas actividades son en realidad, un mismo servicio a Dios.
Cuando usted está sirviendo a los demás, incluso a través de su trabajo secular y lo hace para glorificar a Dios, eso es de por qué es el ministerio. De hecho, la Biblia promete que va a recibir una recompensa cuando lo haga.
La persona que tiene esta mentalidad, integra en su vida los principios del reino; no ve división entre su servicio de la iglesia y su servicio a Dios en el trabajo, la profesión. Es una persona inmersa en su entorno, sin ser de él. Hace de toda su vida un único y mismo acto de adoración por el cual los hombres verán nuestras buenas obras y glorificarán al Padre que está en los cielos (Mt.5:16).
¿Está ud. Dispuesto a asumir esta mentalidad en su vida? ¿va a hacer de su trabajo un apostolado?
¡Hasta Pronto!
Jorge Ayona
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