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En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó: –Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo. Pero él contestó al que le avisaba: –¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y señalando con la mano a los discípulos, dijo: –Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Palabra del Señor.
Saludos!! El evangelio de hoy está en Mt. 12, 46-50
Muchos, tomando este versículo, pretenden rebajar el papel de la Virgen en la obra de la salvación en primer lugar señalando que Jesús le hizo un desplante, y además atacan su virginidad perpetua, señalando que «María tuvo otros hijos». Al respecto de esto, por motivos de tiempo y del propósito de esta reflexión, les dejo este enlace donde verán una magnífica exposición del tema: http://es.catholic.net/op/articulos/5324/cat/13/maria-sera-cierto-que-tuvo-mas-hijos.html
Si Jesús le hubiera hecho un desplante a su Madre- como dicen algunos- estaría faltándole el respeto, con lo cual, habría violado el mandamiento de «Honrar Padre y Madre». Pero ya que esto es imposible, porque la misma Escritura dice que Jesús no abrogó – sino cumplió- toda la Ley, luego tenemos que interpretar sus palabras de otro modo.
En el antiguo Israel, el clan, es decir la gran familia (la comunidad) era la base de la convivencia social. La protección de las familias se extendía a todos sus miembros. Por familia, se consideraba la familia extendida: tíos, sobrinos, abuelos, etc. Jesús, por dónde iba, encontraba enemigos. Sus familiares, por tanto, estaban preocupados por Él,por la ola de rechazo que enfrentaba, por eso fueron a buscarlo. Además, las Sagradas Escrituras dicen que ni aún sus familiares creían en Él (Juan 7,5). Sin embargo, distinto el caso de María, que bien sabía que Jesús era Hijo de Dios (Lc 1, 32-38) y todas estas cosas las guardaba en su corazón . Esa preocupación es prueba evidente del lazo que la unía con su Hijo – yq ue aún la une; que su maternidad era, y es real; que la segunda persona de la trinidad – humana y divina- es, y será por siempre, hijo de María.
María creyó en Él, por tanto, Jesús no la reprochó a ella. ¿Quién sino ella «cumplió la voluntad del Padre cuando a pesar de todo, y de todos. Tengan en cuenta que José quiso despedirla. María hubiera sido acusada de fornicación, y por tanto, apedreada. Sin embargo, ella acepto, a pesar de que eso «arruinaba su proyecto de vida», que en sus purísimas entrañas El Verbo de Dios, la segunda persona de la Trinidad se encarnara? «soy la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra».
Ante la demanda suprema de hacer la voluntad de Dios, todo el que la haga entra a formar parte de la familia de Dios; siendo María la primera que libremente obedeció a Dios. Ya en otros pasajes, Jesús al hablar de discipulado, habla de amar más a Dios que aún a la propia familia. Dios en primer lugar, Dios sobre todo. Amamos a la familia más, cuando primero amamos a Dios.
¿Dónde está nuestro afecto principal? ¿Amas más a tu familia que a Dios? No estamos diciendo que los descuides. Sino piensa: si tu hijo tiene una pataleta, ¿Dejas de cumplir tu deber de corregirlo – que es un deber grave de los padres- para no quedar como «el malo»? ¿Consientes en no llevar a tu hijo o hija a misa porque «Está cansado/a», sabiendo que es tu deber llevarlo? ¿haces lo correcto, aún a riesgo de incomodar a tus parientes? ¿Qué si no tiene un compromiso firme con Dios, te dejas intimidad, amedrentar por sus Palabras?
En otros lugares, aún a riesgo de perder la vida, los cristianos hacen la voluntad de Dios, a pesar de lo que la sociedad, los amigos, la familia son opuestos al cristianismo. Casos hay de sobra.
Jesús te invita a que hagas la voluntad de Dios a cualquier costo, aunque eso implique rechazo de los tuyos. Como fue el caso de su Madre misma.
Pide a la Virgen su intercesión, para que tengas un corazón dócil y valiente para hacer la voluntad de Dios como ella: cueste lo que cueste, guste o no le guste a la gente.
Que tengas un lindo día. Dios te bendiga.