18 De Julio Del 2016

Si quiere escuchar el aud

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En aquel tiempo, un grupo de letrados y fariseos dijeron a Jesús: – Maestro, queremos ver un milagro tuyo. El les contestó: – Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del Hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

El evangelio de hoy está en Mt 12, 38-42.

Muchos el día de hoy tienen un concepto similar al de estos escribas y fariseos. Piensan que Dios es un gran despensero al cual se le pueden pedir milagros del mismo modo que hoy llamamos por teléfono y nos entregan el pedido por delivery.

Esta actitud ya la vemos en la Sagrada Escritura: cuando el diablo tienta a Jesús, diciéndole: «si eres hijo de Dios convierte las piedras en pan», «si eres hijo de Dios échate abajo, Dios mandará ángeles que te lleven…». Cuando Jesús estaba ante Herodes, y este quería que hiciera un milagro delante de él, para satisfacer su curiosidad. Cuando Jesús estaba crucificado ¿no le decían « si eres Hijo de Dios, bájate de la cruz…»’. En todos estos casos, el diablo mismo era el que inspiraba esta actitud, la tentación era: «Evita la Cruz, evita los problemas. Si eres hijo de Dios, ¿por qué sufres? ¿a qué tanto problema?».

Esta es la realidad de muchos: huyen de la voluntad de Dios si esta implica sufrimiento, llevar la cruz. Esto es, no conformarme a la voluntad de Dios, si no viene como yo quiero o espero.

Las señales tienen un propósito: reconocer la realidad de Dios y de su Cristo; sirven de credenciales o pruebas de quién es Él y de la veracidad de sus promesas y demandas, para que al final lo aceptemos, nos convirtamos. Los milagros de Dios no se dan por nada; son muestras de la benevolencia de Dios. S edan de manera libre; cuando, como y por los fines que Él quiere. Debemos aceptar su decisión final, si lo concede o no, y de la forma que quiera. Jesús hizo milagros, pero al enfrentarse a la Cruz, no se hizo un milagro para evitarla. Dios hizo un milagro mayor y mejor: lo resucitó de entre los muertos.

¿Qué es Dios para ti? ¿un mandadero? ¿qué es más importante para ti? ¿el ser libre de incomodidades, sufrimientos o que que seas conformado de acuerdo a la imagen de Cristo? ¿Es la voluntad de Dios lo primero en tu vida, o tu capricho? ¿Te ha hecho Dios algún milagro grande? ¿Te has consagrado más por eso? ¿No te concedió Dios lo que querías? ¿Pero no te das cuenta que al final fue para tu bien?

El propósito de Dios para ti es conformarte a la imagen de Cristo, y el pondrá todos los medios para eso, e intervenciones sobrenaturales, según lo que Él decida. Aún las cosas no se dan como esperabas, Él prepara algo mejor. ¿Acaso Jesús no dijo “en el mundo tendréis aflicción”? Pero no tienes que llevar la cruz solo, Él te ayudará a cargarla.

Que Dios te bendiga. Que tengas un lindo día.